La ética empresarial coge cada vez más relevancia en las sociedades avanzadas donde se tiende a tener mayor consciencia global. Y es que muchos consumidores quieren productos y servicios acordes a sus valores, quieren ser lo más coherentes posible a sus ideales. El motivo de esta demanda es que cada vez más personas se dan cuenta que el consumo es un apartado importante de la vida y no pueden obviarlo.
¿Qué es la ética empresarial?
Se trata de los valores y comportamientos que debe tener una empresa y deben ser aplicados por todos los integrantes de la misma. Esos principios llevarán por distinto camino al negocio en función si se aplican de una u otra forma, por eso es imprescindible definirlos.
Sobre todo es importante que la máxima autoridad de la empresa sea ejemplar en la ejecución de la ética empresarial propuesta. No olvidemos que un líder debe servir de guía al resto del equipo.
Por otro lado, es igualmente necesario que absolutamente todos los miembros del equipo sean conocedores de la ética empresarial. Esto les permitirá actuar de forma acorde a los valores previstos por la empresa. Hay que recordar que el rumbo de la empresa variará en función de la correcta aplicación de esos principios, por eso hay que hacer hincapié.
Valores de ética empresarial
Debemos tener en cuenta que no existen unos valores cerrados ya que cada empresa debe establecer los suyos propios. Sin embargo, los siguientes principios son socialmente aceptados como positivos a la hora de valorar a una empresa.
Igualdad
No hacer ningún tipo de distinción entre personas, tratarlos a todos con equidad. Esto aplica tanto a clientes como a empleados. Ocurre en ocasiones que se da un trato preferente a unos clientes o trabajadores por algún motivo, sería un caso donde se estaría obviando este principio.
Honestidad
Las acciones ejecutadas por los componentes de la empresa deben ser íntegras y transparentes. Un ejemplo de omisión de este principio es la venta de productos o servicios con especificaciones falsas, imprecisas o faltas de información con la intención de inducir al cliente al error. En este caso el consumidor puede comprar algo que no resulta ser lo esperado.
Respeto
Cumplir los acuerdos con empleados y consumidores y velar por sus intereses es una forma de mostrar respeto por ellos. Omitir sus reclamaciones y garantías es una forma de no respetarlos que puede volverse en contra.
Responsabilidad social
El compromiso de una empresa con la sociedad y el impacto que tiene su actividad se considera su responsabilidad social corporativa. No es un concepto que se limite a hacer donaciones a una o varias causas, también se trata de tomar consciencia del cómo afectan las decisiones de la empresa al entorno. Una buena forma de tener responsabilidad social con los trabajadores es tener en cuenta su vida personal, sin extralimitarse, y facilitar su desarrollo personal.
Dentro de la propia responsabilidad social cabe mencionar la huella medioambiental que genera la actividad laboral. Cada vez más consumidores reclaman productos realizados con métodos que dejen la menor huella de carbono posible. El teletrabajo y el uso de productos KM0 pueden reducir la contaminación que se genera en los desplazamientos.
Necesidad de aplicar la ética empresarial
Todos los emprendimientos se crean con la intención de llevar buen rumbo y al principio, sobretodo en pequeños negocios, puede darse poca importancia a la ética empresarial. Pero con el crecimiento empresarial pueden llegar dudas y conflictos. Esto puede ocurrir cuando un integrante del equipo tiene una visión distinta a otro y no está bien definida la ética empresarial.
Pongamos un ejemplo, puede que un vendedor priorice sobre clientes nuevos para fidelizar y otro vendedor no dé ese trato preferencial. Si la estrategia a seguir no está definida pueden crearse enfrentamientos entre trabajadores y confusiones entre clientes.
Y no es una cuestión de que una estrategia sea mejor que otra, se trata de saber qué pasos dar en cada momento porque esos son los valores de ese negocio.
Para evitar confusiones puede ser interesante crear un documento que especifique los principios de la empresa y todos los integrantes tengan acceso a él.
Si se crea un manual con los valores puede ser aconsejable revisarlo cada varios años puesto que algunos pueden ser modificables. Incluso puede que sea interesante añadir o eliminar valores que han cambiado con los años, recordemos que los tiempos cambian.
Es decisión de cada empresa optar por cómo definir sus principios, cuáles serán y si realmente es importante para su evolución. En todo caso, tanto consumidores como trabajadores cada vez demandan más este tipo de valores. Por tanto, aquellas empresas que quieran atraer talento y consumidores comprometidos deberán definir y publicar sus ideales.
Os esperamos en la próxima entrada!