Cuando una empresa decide que sus empleados trabajen desde casa se plantea la necesidad de darle las herramientas oportunas para desarrollar sus tareas. Y no siempre es fácil. Dependiendo del trabajo puede complicarse mucho. A veces se complica por el simple hecho de no tener acceso a los datos necesarios desde sus hogares. Existen aplicaciones para conectar a los ordenadores de la oficina pero muchas veces tienen limitaciones. Además se puede plantear el problema de la seguridad de los datos. Para solventar este problema, existen soluciones para conectar a redes remotas con mayor protección. Son las llamadas conexiones VPN.
VPN: qué es y cómo funciona
Las siglas VPN significan Virtual Private Network (Red Privada Virtual). Del nombre podemos deducir que una VPN privatiza nuestra información. Pero vamos a detallar más para hacerlo entendible.
¿Qué es una VPN?
Una VPN es una conexión segura entre 2 puntos. La manera más descriptiva y habitual es decir que la información viaja a través de un túnel. Así pues, si creamos una conexión VPN entre el servidor de la empresa y el dispositivo de teletrabajo (generalmente un ordenador desde casa) estamos creando un túnel entre esas ubicaciones.
Debemos tener en cuenta que se crea una conexión entre cada punto y el servidor. No confundir, no estamos creando una red entre todos esos puntos. En este caso solo existe comunicación entre el usuario y el servidor. Dependiendo del tipo de configuración únicamente se podrá acceder al servidor o permitirá también acceder a la red de la oficina (ordenadores, impresoras, etc.).
Según lo descrito anteriormente, si tenemos 10 usuarios conectados a la conexión VPN tendremos 10 túneles conectados a la red de la empresa.
¿Cómo funciona una VPN?
La mayoría de conexiones VPN funcionan cifrando los datos entre el usuario (cliente) y el destino (servidor). Esto garantiza que la información no puede ser interpretada por un tercero. Los datos enviados por el cliente solo pueden ser interpretados por el servidor y viceversa. Así pues, si algún hacker o aplicación intercepta los paquetes de información no podrá descifrarlos.
Pongamos un ejemplo: imaginemos que estamos cerca de dos patos que están graznando. Nuestro oído puede interceptar ese sonido pero nuestro cerebro es incapaz de descifrarlo. Sin embargo ellos interpretan sus sonidos sin problemas. En este caso seríamos los interceptores y los patos serían cliente y servidor.
Otra de las medidas de seguridad de una conexión VPN es la verificación de datos. Si los datos que se envían desde el cliente llegan al servidor modificados éste los rechaza. Interpreta así el servidor que ha habido una manipulación de la información. Es la forma de garantizar que la información recibida es fidedigna añadiendo así seguridad al sistema.
Las VPN se suelen usar para acceder a una red remota como hemos explicado. Pero existen más posibilidades, también se puede redireccionar el tráfico web. Esto hace que el tráfico de navegación que hagamos desde el dispositivo de casa viaja a través de la VPN (por internet) hasta la red del servidor. Una vez en el servidor, se hace la consulta a la web correspondiente y la respuesta recibida se envía de vuelta por VPN al dispositivo de casa.
¿Existen redes virtuales privadas gratis?
Sí, existen múltiples opciones VPN gratuitas. La más recomendable sería OpenVPN por tener mayor seguridad que el resto de opciones. Si tenemos un servidor Windows o Linux podremos instalarlo. Incluso otros dispositivos como NAS y routers permiten la instalación de este servicio.
Instalar un servidor VPN puede resultar complejo de entender y entretenido en su instalación. Si no tenéis conocimientos avanzados de informática es mejor que lo haga vuestro técnico. Una vez creado el servidor se deben configurar los clientes. Este proceso es más sencillo y os podrá ayudar la persona que haya hecho la instalación del servidor. Se trata de instalar los certificados de cliente que validan la comunicación con el servidor.
Cómo usar una VPN
Una vez realizada la instalación, el uso de una aplicación VPN es muy sencillo. Suele ser un software muy básico que permite la conexión mediante autenticación. Una vez conectados a la red VPN ya podremos conectar el servidor y sus aplicaciones.
Si la configuración realizada por el administrador lo permite, podremos acceder a otros dispositivos de la red de la empresa. Puede ser muy útil para que cada trabajador acceda a su ordenador de la oficina y trabajando directamente desde él. Así se reduce notablemente el ancho de banda utilizado respecto a descargar cada fichero. Por tanto, si buscamos fluidez será mejor optar por una conexión de escritorio remoto y trabajar con el PC de la oficina remotamente.
También existen VPN sitio a sitio que permiten conectar 2 ubicaciones lejanas. Es un método muy utilizado entre grandes corporaciones. Aquí la conexión la realiza un router ubicado en una localización y otro router en la otra localización. Estos routers se encargan de enviar el tráfico de una red a la otra para permitir el intercambio de datos. Así evitamos tener que hacer cientos de conexiones para intercomunicarlo todo. El uso de estas VPN para el usuario es muy sencillo puesto que no debe hacer nada, la conexión siempre está establecida.
Seguridad para el teletrabajo
Ahora ya sabemos cómo usar una VPN para proteger nuestra red si trabajamos remotamente. No debemos pensar si es necesario o no privatizar nuestros datos más importantes, debemos hacerlo. ¿Acaso dejarías la puerta de tu oficina abierta? Pues bien, si quieres evitar filtraciones te recomendamos que utilices siempre las herramientas y comunicaciones más seguras.
También es cierto que no todo son ventajas. En una VPN la velocidad de navegación o el acceso a gran cantidad de datos pueden verse reducidos. Es normal, los datos pasan por más fases en el proceso de cifrado y descifrado. Pero también tardas más en pagar con una tarjeta de crédito con PIN que cuando no tiene PIN y lo vemos razonable. Tú decides, ¿necesitas una VPN en tu empresa?
Esperamos que haya sido un artículo de ayuda, hasta el próximo.