Una empresa que tiene puestos de trabajo itinerantes o decide que sus empleados teletrabajen necesita utilizar herramientas distintas a un trabajo presencial. Por eso es necesario adaptarse a ese tipo de puestos que tradicionalmente se han gestionado sobre la marcha. Y es que el control laboral de los empleados tiene cierta complejidad que hay que entender.
Control laboral en la empresa
Se trata de tener una buena metodología que permita tener las riendas de tu negocio. Así tan resumido puede parecer muy básico, por eso vamos a matizar. Precisamente, de lo que no se trata es de tener un yugo sobre los trabajadores como método de control. Esto podría ser contraproducente y minar la moral de los trabajadores.
El control laboral se debe llevar a cabo con observación, buscando obtener datos de la productividad. Para ello se deberá tener un histórico de cuánto trabajo se hace de media en un puesto de trabajo. Con esa base sabemos si un trabajador, o varios, están bajando el rendimiento notablemente y podremos buscar la causa. Esto aplica tanto en trabajos presenciales como no presenciales.
Como hemos mencionado, el control laboral no debe ser abusivo para evitar una presión excesiva sobre los trabajadores. Pero tampoco puede ser excesivamente relajado puesto que los proyectos pueden llevar un rumbo equivocado demasiado tiempo. Cada empresa tendrá que adaptar los tiempos de control en función de sus necesidades y aplicar medidas correctivas cuando se deba hacer.
El trabajo no presencial
Cuando un trabajador no acude a las instalaciones de la empresa, o a alguna de sus sedes, se considera trabajo no presencial. Por ejemplo, un comercial que viaja en busca de clientes sería un trabajo no presencial puesto que nunca acude al mismo sitio para realizar su trabajo.
En cambio, un obrero que tiene que acudir a una obra sería un trabajo presencial. Aunque no sea a la sede central estaría acudiendo a un lugar concreto establecido por la empresa durante un período de tiempo. Cuando finalice esa obra y deba ir a otra ese será su nuevo lugar de trabajo.
Los trabajos no presenciales tienen mayor complejidad de ser controlados y por eso se necesitan herramientas de control más específicas.
Herramientas para controlar el trabajo remoto
Una de las principales preocupaciones del responsable de un negocio es asegurarse que sus empleados están trabajando. Por eso existen herramientas de control laboral para trabajadores que son itinerantes o trabajan fuera de la oficina.
La primera herramienta que debemos tener en cuenta es la medición de productividad. Si un trabajador tiene un rendimiento óptimo según la previsión podemos estar tranquilos. En determinados sectores se puede implantar un sistema de medición de la productividad que ayude a controlar pero no siempre estará indicado.
Otra herramienta cuando el tipo de trabajo es itinerante es tener un sistema de geolocalización. Para evitar que el empleado se sienta intimidado existen distintas fórmulas. Los sistemas de geolocalización de vehículos para flotas son un ejemplo de ello. Permiten saber la ubicación del vehículo en cualquier momento. Además sirve como sistema de búsqueda en caso de robo o accidente.
Las aplicaciones para hacer reuniones también son un sistema de control. Si se realiza diariamente, cada varios días o cada pocas horas será decisión de la empresa. Con ello se puede saber cómo avanzan los proyectos y qué rumbos tomar. Hay que tener en cuenta que cada reunión implica un tiempo no productivo y hacer demasiadas puede bajar el rendimiento de la empresa.
Una medida más ágil de control puede ser un sistema de mensajería grupal como Slack. Ahí todo el equipo puede ir aportando información y se puede obtener información del estado de las tareas de cada trabajador. Con ello la empresa se asegura que las tareas se están haciendo al ritmo esperado.
App de control laboral
Una medida ineludible actualmente es la de tener un control horario. La ley en España obliga a tener un registro de jornada laboral tanto a trabajadores de jornada completa como parcial. Una app de control laboral con geolocalización puede ser necesaria para los trabajadores no presenciales.
El sistema se encarga de registrar la hora y el lugar de fichaje evitando así posibles fraudes. Además evita al trabajador tener que estar recordando o guardando datos en papeles o Excels. La aplicación se encarga de sincronizar todo y la empresa no podrá sospechar que haya engaño alguno.
Control laboral sin excesos
A pesar de todas las herramientas mencionadas, lo más importante es tener confianza en el equipo laboral y no ser excesivamente controladores. Hay que tener en cuenta que la productividad de las personas puede fluctuar por motivos personales o externos.
Debemos recordar que la privacidad de los trabajadores también es importante. No podemos violar su intimidad y hay que respetar sus espacios. Medidas que monitorizan excesivamente las tareas de cada empleado puede llevarles a una presión excesiva que derive en una bajada del rendimiento. En el caso de utilizar ordenadores o dispositivos que son propiedad del trabajador, éste incluso puede negarse a instalar determinadas aplicaciones de control laboral.
No hay que olvidar ser equitativos con todos los empleados. Si se implantan medidas de control solo a algunos pueden sentirse discriminados o especialmente observados. Esto puede generar descontentos y mal ambiente. Estas situaciones no son plato de buen gusto para nadie y por eso deben evitarse en todo caso.
Tener contacto con la plantilla, conocer sus necesidades laborales y poner puntos en común evitará malentendidos o frustraciones. Por eso cuando se observe una merma notable de la productividad es necesario hablar con los trabajadores y escucharles. Quizás el problema esté más en acciones de la empresa que en los propios empleados.
Nos vemos en la próxima!